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Dormir con la persona que te gusta es...

miércoles, 22 de abril de 2015

Alguna ves alguien me pregunto... 

-¿Has dormido con alguien que te guste? 
-No..
-No sabes de la experiencia maravillosa de la que te has perdido.

No supe que decir, y ahora en estos momentos ya se de lo que aquella persona hablaba,  no se refería solo a sexo, se refería a algo mas. 

Para mi dormir con la persona que me gusta se ha convertido en una forma de desnudar mi alma ante alguien que hace poco tiempo era un total desconocido, es confiarle tu vida... Pero también es dejarla dormir ¡A que me refiero? Yo personalmente podría pasar horas mirando a aquella persona mientras esta ahí, dormida.
Mirar cada parte de su cuerpo, sus ojos, su boca. Besar sus sueños, besarla sin que lo que note. Al despertar mirarle a los ojos y saber que todo esta bien que si estamos juntos y hemos podido dormir tranquilos es porque confiamos el uno en el otro.

Experiencia Maravillosa? Si.

No podría definir tantas cosas hermosas que pasan por mi mente y la forma en como mi estomago parece estar lleno de mariposas jaja esa era una de las cosas que jamas me habían sucedido, "sentir mi estomago lleno de mariposas".

Todos sentimos que algunas cosas son muy estúpidas hasta que nos suceden y nos damos cuenta que quizás eso faltaba en nuestras vidas.

Por favor, no te enamores de mí.

lunes, 2 de marzo de 2015

No te enamores de mí, no cometas esa equivocación, yo no tengo nada para ofrecerte más que mi fría actitud y mí insensible razonamiento que vuelve de mis decisiones las más mortales armas con las que los sentimientos ajenos parecen de papel.
No sé el absurdo motivo que te orilló a acercarte a ésta piel vacía e inerte, a éste caparazón duro y áspero que ilusamente llamo cuerpo, no lo sé… y no lo quiero saber. Debes irte, debes alejarte ahora como ya lo han hecho muchos antes, debes, para ser más concisa, olvidarte de mí.
No te enamores de mí, no te enamores de quien no conoces, no te enamores de alguien que jamás logrará cumplir tus expectativas, yo no soy quien te hará feliz, quien te arrancará sonrisas, quien te dirá palabras dulces y tendrá tratos cariñosos contigo, no soy esa clase de persona.

Lo cierto es que no siempre he sido así, me duele el que lleguen remembranzas de ilusiones pasadas y pasajeras que me hicieron elevar muy alto en el cielo con alas que tenían fecha de caducidad y, al tiempo vencidas, desplomarme sin tregua en un mar de engaños, burlas y frustración tan sólo para descubrir que tampoco sabía nadar.
Mi corazón se endureció, le crecieron escamas que formaron una capa protectora, unaarmadura anti-sentimientos, anti-expresiva, anti-amor…

No necesito de eso, no me hacen falta, así he logrado sobrevivir en éste mundo cruel y despiadado, en el que se valora más un bonito rostro que un cariño sincero.

Por eso te repito que no te enamores de mí, porque no voy a estar contigo cuando me llegues a necesitar, mis ausencias serán constantes y mi presencias fugaces, no te enamores de mí porque si tienes miedo no te abrazaré ni te haré sentir que todo está bien, no obtendrás de mi palabras que te tranquilicen y en su lugar conseguirás sólo risas por tu ingenuidad.
No te enamores, ¡lárgate!, ¿qué no entiendes que éstas manos que buscas sostener con las tuyas sólo guardan pena y destrucción?, En los ojos donde buscas verte reflejado no hay ningún brillo, tan sólo desilusión, mientras que ésta boca que quieres besar guarda el sabor de la amargura…

Por favor, no te enamores de mí.

Incoherencias de estar enamorado.

martes, 20 de enero de 2015

Nose que somos, ni porque estamos juntos, nose cuantas veces desaparecerás y luego volverás haciéndote el gracioso, cuantas veces me harás olvidarte y luego regresaras y te volverás a clavar en mi corazón como si fueras una flecha atravesando un tronco.
--¿Cuantas veces mas lo harás?
Sabes, eso me lastima, me lastima mucho, como te hago entender que mi corazón no es una maldita puerta que puedes abrir y cerrar cuando se te da la gana?
Lo gracioso de esto es que si es así, siempre sera así. Te olvidas que existo luego yo trato de olvidarte y cuando lo estoy logrando vuelves.

Pero no importa, porque en el fondo siempre quiero que vuelvas, que regreses con tus bromas y con tus ganas de amarme como si fuera la única en tu vida, yo se que no eres la única persona en el mundo y que hay mas chicos esperando por alguien como yo pero NO! yo te quiero a ti.

Siempre tardas en volver, pero esta vez, esta vez estas demorando mas de lo normal, en realidad nose si tu estas tardando o simplemente estoy extrañándote el doble.

Entonces....

¿Te espero o te olvido?


El Sexo esporádico y la soledad

martes, 9 de septiembre de 2014

Creo realmente que hay un nexo de unión entre el sexo esporádico y la soledad. Y cuando hablo de sexo me refiero al sexo común, al vainilla. Puedo decir sin ningún tapujo que en los últimos cinco años habré estado con al menos una veintena de chicos. Amantes pasajeros, de un par de noches, sólo de una, de un par de meses y hasta de seis. Es lo máximo que estuve con alguien en este último lustro.
No desprestigio con ésto las experiencias que me han aportado. Pero seamos realistas… El sexo, el simple sexo, el sexo sin más, es hueco. Y cuando este se alarga demasiado llegan las confusiones, las frustraciones. Nacen las necesidades, ya que es cierto aquello que dicen de que el roce hace el cariño. Y aunque siempre me cuidé de no caer en ello la última vez fui tocada y hundida.
Una pérdida de tiempo, eso es lo que fueron estos últimos seis meses. Me arriesgué por primera vez tras años y me caí con todo el equipo. Fué como estar en una montaña rusa, un tira y afloja, una de cal y otra de arena, un sí pero no y todas las analogías que se os puedan llegar a ocurrir.
Sin embargo, aunque salí herida y llena de rasguños emocionales debido a tanto altibajo, una vez más saqué algo de ello. Soy capaz de volverme a enamorar, y sí, sé que no es ninguna novedad… Pero, creía rota esa parte de mí. Tan oscura y asqueada con todo, pensaba que no tenía el valor suficiente para saltar. Y él tenía razón, ¿sabéis?. Merezco, merecía algo mejor que las migajas que él podía ofrecerme. Así que sin pensarlo y tras llorarle sólo una noche, la cual acabé entre risas y birras gracias a un buen amigo, me lancé al vacío y humedad de otra boca sólo unos días después.
Y ahora tras dos semanas y media grito sin dudarlo que no traté de quitar la mancha de una mora con otra, ni ese fue el resultado. En la dolorosa y húmeda jungla que esconde esta nueva boca me estoy descubriendo a mí misma. No ando devorando una simple y común mora, estoy bañándome en el jugo de la ambrosía.
Entre azotes, cera, pinzas y moratones en las rodillas estoy hallando aquello que pospuse por no encontrarlo antes. Aún siendo pronto, muy pronto y sin tener la certeza de cuanto durará, la complicidad me desborda. Por eso ordené a mis demonios ir despacio, con buena letra, con buen pie y prudencia. Sin embargo, hace unos par de noches, éstos me traicionaron. Me dejaron expuesta, desnuda. Llorando como una niña pequeña.
Hacía bastante que no tomaba cubatas y aunque al principio todo iba bien, con el paso de las horas mis barreras y capas se fueron ablandando. Rompí a llorar, por todo, por la soledad, esa inexorable compañera de viaje. Me embarraqué, por las mierdas, las desilusiones, los temores, algunas inseguridades, debido al odio y rechazo contenido hacía este mundo que no termino de comprender.
Y sus brazos me rodearon, os lo juro, me sostuvieron como ni siquiera lo hizo nunca mi mismo padre. Recuerdo ver mis dedos, mis uñas enrojecidas por la intensidad con la que me aferraba a su camisa. Su boca susurraba entre mi cabello, internándose en mi oído, filtrándose por mi nervio auditivo y llegando a ese apartado de mi cerebro lleno de anhelos. 
"Llora, déjalo salir” “En serio, no estás sola” “Me tienes aquí” “No estás sola, no te reprimas” “Llora lo que tengas que llorar, desahógate” “No estás sola”
Lo repitió hasta la saciedad, una y otra vez mientras mi llanto variaba. Me hizo sentir como hacía años que nadie lo hacía. Segura, a salvo. Y la soledad remitió…
Por eso, aunque no sea muy dada a los consejos de este tipo… No elijas a quien tambalee tu suelo, si no a quien te centre. No te dejes engañar por ilusiones banas de alguien que te roba el corazón, pero entrégate sin pensar a quien te ayude a encontrarlo de nuevo. Sea como sea, sin pensar en que será de ello ni cuanto durará o a donde llegaréis.